Mis recreativas favoritas de antes del 85 (2ª Parte)

Primero que nada, tengo que mencionar que esta lista ofrece mis diez recreativas favoritas de antes de 1985, es decir, aquellas que pude jugar en aquella época, porque hay muchas otras que jugué después de 1985, en salones recreativos, lavanderías en Nueva York (había que matar el tiempo entre lavado y secado) e incluso en mi casa gracias a la magia de M.A.M.E.

Y, sin más preámbulos, pasemos a la lista.

10 – Time Pilot

Este es posiblemente uno de los juegos que más ha espoleado mi imaginación. recuerdo las reflexiones que hacía después de jugarlo -o más bien, ver jugar a otros- pensando en lo choro que sería poder viajar a través del tiempo, y además montado en una nave tan increíblemente… pixelada… como esta. Hubo también veces en la que bajé y bajé tanto como pude para ver si alcanzaba el suelo y podía ver cómo se las habían apañado los programadores para reconstruir el suelo de las distintas épocas, pero siempre me mataban antes de llegar abajo del todo. Y también me hice ilusiones pensando que en el año 2001 los aviones de combate serían reemplazados por platillos volantes, y pensaba para mis adentros que en el 2001 tendría ¡29 años! y que ya tendría mi vida ordenada y sería un adulto y persona madura y respetable.

Qué equivocado estaba en todo.

9 – Super Cobra

Este juego es la secuela de “Scramble”, que era casi idéntico a Super Cobra en mecánica de juego. Mientras Scramble era facilísimo, esta versión era más complicada y requería de más paciencia y destreza para avanzar en el juego.

Fue gracias a este juego que aprendí que “fuel” significaba combustible en inglés. Para que luego digan que los videojuegos idiotizan a los que los juegan.

8 – Ms. Pacman

Creo que todo lo que se podía decir acerca de la saga de Pac-Man ya está dicho, por lo que no aporrearé el teclado intentando describirles la gran conmoción que significó la llegada del voraz circulito amarillo a la vida de los cabros ochenteros. Baste con decir que incluso se grabó un disco que por lo visto tuvo bastante éxito en la USA.

Así que sólo mencionare que, según mi parecer, Ms. Pacman es el mejor de los juegos de la serie original porque mejoraba el Pac-Man original en sus puntos flacos, no era tan rebuscado como el Super-Pacman ni tan estrambótico como el Jr. Pacman y era divertido como pocos.

He dicho.

7 – Boomer Rang’r

Nunca entendí por qué este juego no alcanzó la popularidad que tuvieron otros cuando este tiene todos los elementos para convertirse en otro de los grandes clásicos. Es fácil de jugar, entretenido e incluye algunos elementos de humor que me hacen sonreir cada vez que juego una partidita en el M.A.M.E.

La mecánica era simple. Eras un troglodita que llegaba a una isla en una balsa y que procedía a masacrar la población humana y animal del islote en cuestión para saquear con tranqulidad sus tesoros, consistentes en cofres de tesoro que contenían las letras que formaban las palabras “BOOMER RANG’R”. Una hermosa historia de acción en la que aprendimos lo letales que soon los boomerangs, capaces de destruir isleños, dinosaurios, brujas, orcas asesinas, bolas rodantes y arañas monstruosas, entre otros enemigos, que pretendían evitar que te llevaras sus preciadas letras. Si tenías la suficiente precisión y matabas al cavernícola que lo montaba, podías subirte en un dinosaurio que escupía fuego y que bailaba contigo si sobrevivía lo suficiente como para desvelar una de las letras-tesoro.

Este jueguito me gustaba tanto porque añadía variedad a un catálogo de juegos dominado casi por completo por naves espaciales y marcianitos.

6 – Hyper Olympic

Este es uno de los pocos títulos que, haciendo honor a su nombre, sacó el verdadero deportista que tenemos dentro de nosotros, aunque fuera para golpear tan rápido como fuera posible los dos botones que hacían que nuestros atletas pixelados avanzaran en la pista.

La forma más habitual de conseguir un resultado algo mejor que mediocre era golpeando con furia deportiva los costados de las manos contra los botones, pero oí de gente que intentó otros métodos. Sin embargo, en ese sentido, yo era muy tradicional, y además, así me dolían las manos menos.

Creo que además esta maquinita merece una mención especial por lo resistente que era el gabinete. Me imagino que cada unidad habrá recibido millones de golpes en cada botón a lo largo de su vida. Y todavía hay algunas que funcionan. ¿No es increible?

5 – Juno First

En el verano de 1984, mis padres estaban enfadados conmigo porque prefería irme a jugar a “las maquinitas” antes de bañarme en la piscina del Estadio Español, del cual era socio. Y eso se debe a juegos como este, divertido a muerte.

Juno First seguía la técnica de todos los ‘shoot’em up’ de la época, como el famoso ‘Space Invaders’ y ‘1942’, aunque con algunas modificaciones, como la perspectiva que añadieron al juego para hacerlo diferente del resto de shoot’em ups de la época y el ‘planetita’ que salía de vez en cuando; si le disparabas salía un astronauta que te daba unos segundos de ‘super fuerza’ en los que podías acumular puntos.

Eh… sí, esa última frase suena estúpida, pero la gran ventaja de los juegos de la época era que no tenían el menor sentido, pero a nadie le importaba, porque al fin y al cabo, sólo eran videojuegos.

4 – Exerion

en 1983, Jaleco lanzó este excelente “shoot’em up” que se destacaba de los demás por la inercia que caracterizaba sus movimientos, lo que agudizaba tus reflejos y convertía el juego en una especie de suave danza mortal entre tu avión y tus enemigos, afectados por la misma dinámica, de tal forma que había que adivinar sus movimientos para ponerte en la posición adecuada y dispararles sin piedad.

Probablemente fuera la elegancia de los movimientos que eran necesarios para ser medianamente bueno en este juego, o tal vez fuera el fondo con un efecto de paralaje muy novedoso para la época, pero lo cierto es que este fue uno de los juegos que me cautivó y que jugué siempre que tuve la ocasión. Su avanzada dinámica lo hacía un juego más serio que sus contemporáneos.

3 – Pole Position

Cuando este juego apareció, fue -la bomba-, lo mejor que habíamos visto hasta ese momento. Por primera vez en un juego de autos, teníamos una perspectiva realista -lo era para la época-, detrás del auto que se movía a gran velocidad en un circuito con curvas. Y había propaganda en los lados… dependiendo de la versión de la recreativa que jugaras, veías anuncios de Pepsi y Marlboro contra los que tu auto chocaba y se convertía en una hermosa bola de fuego que me hacía pensar que, si las carreras de autos fueran tan violentas como este videojuego, serían comparables a las peleas de gladiadores en la Roma imperial.

Como dato curioso, me he dado cuenta que los programadores del fabuloso juego ‘Gran Turismo 4″ para la PlayStation 2 han incluido un circuito llamado “Fuji Speedway 80s’ track”, es decir, una versión puesta al día del circuito original de este juego, aunque sin putos cartelones de Pepsi a los lados.

Me parece que no soy el único que quedó cautivado con este juego.

2 – Super Speed Race

El ‘Speed Race’ era un juego que destacaba por entre los otros por su gabinete tan particular: era un juego en el que te -sentabas- para manejar, en un tiempo en el que te tenías que parar delante de las recreativas para jugar. Aunque, la verdad sea dicha, no sólo por eso llamaba la atención, porque el juego era de lo más entretenido.

No había una carrera ‘formal’. No había otros competidores que batir. No había curvas que tomar. No había derrapes. Todo lo que había que hacer era correr, correr contra el reloj, y esquivar los autos que te venían con el volante, tener cuidado cuando apareciera la ambulancia por atrás, precaución en la zona nevada, cautela en el túnel en el que no veías a los otros autos más allá del límite de tus limitados faros, y acumular puntos, con suerte, tu puntaje aparecería entre los cinco primeros que se mostraban en un lado, en sus propias pantallas de LCD, independientes de la pantalla de juego.

Este fue mi juego favorito hasta que, una tarde de la primavera de 1982, me encontré con el…

1 – Elevator Action

Este es, en mi opinión, el mejor juego de recreativas que jugué en la primera mitad de los años 80. Un juego creativo, divertido, fácil de aprender pero dificil de dominar… Me acuerdo cuando lo vi por primera vez en el “Delta” que había en el Parque Arauco, de la enorme impresión que me causó, y de la cantidad de horas que invertí desde aquel día en matar aquellos personajes de negro, aplastándolos con el ascensor, saltando sobre ellos (?) y disparándoles mientras esquivaba las balas con las que ellos se defendían.

Algunos años después, cuando empecé a hacer historietas en las hojas de cuaderno del colegio, creara un personaje que era un agente secreto cuyos enemigos eran tipos vestidos de negro, con sombrero y todo. De hecho, los ‘malos’ para un proyecto de historieta (¡sí, me encanta dibujar historietas!) que anunciaré cuando llegue el momento de anunciarlo son una versión de estos personajes de negro.

Y luego decimos que los videojuegos de ahora perjudican a los niños. 🙂