Mis recreativas favoritas de antes del 85 (1ª Parte)
Para una persona que no haya vivido la década de los 80, los videojuegos de aquellos tiempos pueden parecer poca cosa, con sus gráficos diminutos y pixelados, sus efectos sonoros tan primitivos y artificiales y su mecánica de juego tan sencilla.
Para una persona que haya vivido aquella época, que recuerde cuando aquellos juegos eran el no va más de la electrónica y que haya gastado pequeñas infantiles en comprar fichas a 10 pesos en ‘arcades’ como los salones Delta, los videojuegos de aquella época son únicos precisamente por lo mismo.
Porque las recreativas de los primeros 80 eran creados con pocos medios por equipos de diseñadores diminutos -el equipo que creó el Pac-Man estaba compuesto por cinco personas nada más, incluyendo a Toru Iwatami-, que supieron sacar el máximo de rendimiento al hardware de la época, supliendo muchas veces las carencias técnicas con mucha imaginación y creatividad, gracias a la cual debemos tantos juegos, tan divertidos, tan sencillos, tan atrapantes. En el mundo de los videojuegos de hoy, las compañías desarrolladoras de juegos gastan millones de dólares en contratar ejércitos de programadores, artistas, compositores y técnicos, con lo que no pueden arriesgarse a dejar volar su imaginación, y tienden a ir a lo seguro, con lo que tenemos juegos técnicamente impecables, pero que no son sino la variación de algo ya visto docenas de veces: juegos de autos, juegos de lucha o first-person shooters y poco más.
No sé si todavía hay salones de recreativas o si ya han sido reemplazados por cibercafés en los que docenas de personas juegan first-person shooters en red. Dejé de ir a ellos a comienzos de los años 90. De lo que sí estoy seguro es que, durante todos los años 80, millones de cabros chicos como yo íbamos a los salones de recreativas tanto como nos fuera posible. Si teníamos plata la gastábamos en seguida en fichas y jugábamos, y si no, veíamos a otros jugar.
En homenaje a las horas que perdí jugando en las recreativas las menos veces, o viendo jugar a otros en las recreativas las más veces, he decidido hacer una lista de las recreativas que más me gustó jugar en la primera mitad de los 80. La lista, y los motivos que hicieron que esa máquina me gustara tanto, lo encontrarás, querido lector, en el siguiente artículo.