El Atari 800XL – La primera computadora que tuvimos muchos

Hoy damos por sentado que las computadoras forman parte de nuestra vida, y muchos trabajamos, nos comunicamos, nos entretenemos e incluso nos odiamos mutuamente gracias a ellas. Sin embargo, la omnipresencia de las computadoras es mucho más reciente en el tiempo de lo que nuestra adicción a mirar pantallas y aporrear teclados daría a entender.

Fue precisamente en nuestros queridos ańos 80 cuando las computadoras dieron el salto de los laboratorios y centros de cómputo a nuestros livings y piezas particulares. Y uno de los mayores instrumentos de ese cambio cultural fue el Atari 800XL, por lo menos acá en Chile. Esta cajita de diseńo ochentero de color beige y teclado negro con teclas blancas fue la primera computadora de una buena porción de los que ahora somos cabros de los 80.

Si los primerísimos ańos de los 80 fueron los ańos del ‘atari’ en el mundo del videoentretenimiento casero infantil, desde 1985 en adelante los medios de comunicación, los colegios con sus clases de computación (opcionales, por aquel entonces), y series de televisión como Mundo 84-85-86 y Whiz Kids, (de la que ya hablaré dentro de poco), junto con nuestros incesantes ruegos, lograron convencer a nuestros padres de lo bueno que sería para nosotros, cabritos y cabritas que empezaban a asomarse a la pubertad, el adquirir una computadora para, eeeh, expandir nuestras mentes y hacernos genios, sobre todo teniendo en cuenta que en el futuro, visto desde la perspectiva de los ańos 80, aprender a programar en BASIC sería tan importante, o más, que el dominio de lenguas como el inglés.

O, por lo menos, esa era la teoría. Porque, entre medio de todas esas demostraciones de lo poderosas y útiles que eran las hojas de cálculo como el SynCalc, o la cantidad de datos que guardaríamos en nuestras bases de datos, o qué útil sería para nosotros el Atariwriter -si nos podíamos dar el lujo de ańadir a nuestro equipo una impresora-, o cuánto aprenderíamos siguiendo las evoluciones de la tortuguita del Logo (żmish?), nosotros, cabros y cabras normales, sonreímos para dentro, porque si el preciado Atari 800XL se convertía en nuestra propiedad el 99,95% del tiempo que estuviera prendido sería para jugar videojuegos. Y lo sabíamos perfectamente mientras nuestros papás nos hablaban de cursos de Basic e idiomas y programas para aprender matemáticas.

ĄY vaya que si pasamos horas jugando con nuestros computadores! El Atari 2600, anterior rey de nuestros momentos de ocio electrónico casero, era primitivo, fome y mediocre al lado de los flamantes gráficos y los hermosísimos pitidos a cuatro voces que nos ofrecía el Atari 800XL a través de nuestros televisores. Por supuesto que se veía todo mejor, Ąel Atari 800XL ofrecía nada menos que 64Kb! No teníamos idea de lo que significaba, pero comparando las pantallas de los viejos Atari con los portentos gráficos de nuestros flamantes computadores, seguro que era bueno. Eso sí, aún estaba a ańos luz de las máquinas recreativas del Delta, pero era más que suficiente para cuando volvíamos del colegio, dejábamos a un lado la mochila cargada de tareas pesadas y alcanzábamos el interruptor ubicado detrás de nuestros computadores para pasarnos las aburridas tardes otońales, como esta en la que escribo estas líneas, hipnotizados mientras jugábamos y jugábamos sin parar.

żY los juegos? żQuién no se acuerda del Montezuma, antecesor directo del Super Mario y su larga estirpe de secuelas? żo el Blue Max, con esos gráficos en pseudo tres dimensiones? Aquellos que tenían el 800XL podían jugar a una versión del Pac-Man muchísimo mejor que la del viejo 2600: en general las versiones de recreativas hechas para el Atari 800XL eran bastante más decentes que las de la consola de juegos.

żY qué decir del Archon, tan apasionante, sobre todo si tenías un oponente real con quien jugar? żO la serie Spy Vs. Spy? żO el Strip Poker, jejejeee? żO el tenebroso Beyond Castle Wolfenstein?

Prácticamente todos los que tuvimos computador Atari también jugamos esos juegos, porque, a diferencia de lo que pasaba con el Atari 2600, cuyo software sólo estaba disponible en cartuchos, los juegos para el 800XL eran fácilmente pirateables, tanto para disketera como cassetera. Y la piratería estaba ampliamente establecida en Chile.

Oh, sí. Había gente que tenía cassetera para su computador Atari, y otros que tenían diskettera, con esos disquetotes grandes de 5 pulgadas y medio, más o menos el tamańo de un CD. Los que tenían disquetera se podían considerar afortunados: los tiempos de carga eran una fracción de lo que se necesitaba para cargar un juego desde un cassette, y además se ahorraban la cascada de pitidos horriblemente agudos con los que la computadora y la cassetera se comunicaban entre sí. Así, pues, los que teníamos disketera podíamos mirar por encima del hombro a esos pobretones que sólo contaban con una cassetera. Jeee.

ImageSin embargo, no todo fue jugar. Al fin y al cabo, el Atari 800XL era una computadora, y como tal, era programable. Algunos cabros que conozco le sacaron el jugo a esa capacidad, y aprendieron a programar. En el árido Basic de esas computadoras, nada menos. Pero el entender y dominar cómo funciona una máquina tan arcaica les abrió las puertas a la programación más seria y viven hoy en día haciendo aplicaciones para computadoras modernas.

A mí me hubiera gustado mucho haber aprendido a programar en Basic en los ańos 80, pero, lamentablemente, no me da la capacidad mental. A pesar de que tipeaba los programas que salían en las revistas de computación, e incluso algún que otro libro de esos estrechos que cayó en mis manos, lo único que sabía hacer era copiar y pegar códigos, sin entender qué hacían o qué significaban.

Y además, los programas no me funcionaban y no encontraba dónde diablos estaba el error. Eso sí que era frustrante, sobre todo porque, a diferencia de lo que pasa con los lenguajes de programación actuales, el Basic del Atari 800XL sólo te ponía un mensaje tipo “ERROR 3”. Y a tí te correspondía averiguar qué era un error 3. Consultabas la guía y sólo te decía que el error 3 correspondía, por ejemplo, a un “value error”, lo cual, para un neófito, era tan significativo como que dijera que el error estaba causado por la devaluación de la libra esterlina. Así no había forma de aprender.

Ahora bien, el Atari 800XL no era la única computadora fabricada por Atari. Leamos un poquito de la historia de las computadoras, si les parece, y veremos que la gama de Atari era bastante más amplia de lo que muchos de nosotros pensamos.

Las primeras computadoras de Atari fueron el Atari 400 y el 800, a secas, que se empezaron a vender en octubre de 1979, que es el mismo ańo en el que Sony presentó el walkman, Margaret Thatcher asumió su cargo de primera ministra y el Ayatollah Jomeini echó al sha de Persia de Persia-Irán. O sea, 1979 no podía ser un ańo más ochentero. 🙂

El nombre de estas dos computadoras viene de la capacidad de memoria que tenían: 4Kb para el Atari 400 y el doble para el 800, aunque la memoria se podía expandir fácilmente. Hoy esas cifras pueden parecer ridículas -como muestra un botón: este artículo, completo, equivale a unos 10 Kb-, pero no olvidemos que estamos hablando de 1979. El Atari 800 introdujo muchas novedades para la época: coprocesadores para los gráficos y el sonido, el cablecito ‘SIO’ que era un antecesor del USB, ya que se podían instalar diferentes periféricos a través de él. Fueron estas novedades las que hicieron que el Atari 800 original fuera muy popular en la USA a comienzos de los ańos 80.

De hecho, algunos de los juegos que jugamos en nuestros Atari 800XL, como el Ghost Encounters, el Caverns of Mars y el Miner 2049’er fueron programados originalmente para el Atari 800 A Secas.

Para 1982, la primera generación de computadoras atarianas empezaba a envejecer, y los modelos de la competencia, como el Apple II y el Sinclair ZX81 tiraban los precios hacia abajo, que obligaron a los ingenieros de Atari a preparar su segunda generación de computadoras. La primera sería el Atari 1200XL, que fue un fracaso de ventas, debido a algunos errores de diseńo que hicieron que el público prefiriera seguir usando el 400 y el 800. Por ello, en 1983, le ‘lavaron la cara’ a estas computadoras básicas: el 400 sería reemplazado por el 600XL y el 800, por el 800XL.

El 800XL era básicamente la misma Atari 800 clásica, aunque con un gabinete diferente y con la memoria ampliada a 64 KB, de los cuales 48 podían ser usados. Además, el BASIC venía ya incorporado. Por encima del 800XL se posicionaron el 1400XL y el 1450XL, mucho más potentes (hasta incluían un modem de Ą300 baudios!) y enfocados sobre todo para el usuario profesional. Esos sí que son raros de ver.

La serie de los Atari XL continuaría fabricándose hasta 1985, cuando Jack Tramiel, el nuevo presidente de Atari, presentó los Atari 65XE y 130XE, de 64 y 128 Kb respectivamente, junto con el singular Atari XEGS, una consola con teclado desmontable, joystick y pistola láser. Estos serían los últimos Atari con procesadores de 8 bit, y se presentaron como los modelos básicos, al lado de la gama ST, de 16 bits. Se fabricaron hasta los primeros ańos 90. Una vez más, aparte de los cambios estéticos y poco más, el interior de los 65XE era idéntico a los de los 800XL y, por ende, casi igual a los 800 a secas. Puede parecer un despropósito que la tecnología que Atari ofrecía a comienzos de los 90 estuviera basada en un diseńo básico de 1978, pero la gran ventaja era que todo el software diseńado para todas esas computadoras estaban además disponibles para los últimos modelos.

Durante su larguísima vida comercial, Atari lanzó muchos periféricos para expandir la capacidad de los computadores Atari de 8 bits. Hubo varios modelos de disqueteras, aunque de lejos la más popular fue la Atari 1050, que hacía juego con el diseńo ochentero del Atari 800XL. Y la cassettera más común fue la 1010, también con los mismos colores y formas. Pero, además, hubo impresoras, tabletas de dibujo, módems, trackballs y hasta un singular ‘lápiz de luz’ que se usaba para hacer gráficos en la pantalla.

Una mención aparte merece este curioso modem con ‘acoplador acústico’ que sacó Atari para el 800 a secas. Una máquina muy curiosa que nos hacía sońar a los cabros de comienzos de los ańos ochenta, sobre todo por su aparición en la película ‘Wargames’ de 1983, acerca de un ‘teenager’ estadounidense que era además un ‘hacker’ de esos de comienzos de los ańos 80, y que inadvertidamente se conectaba con el computador central del NORAD y casi hacía estallar una guerra nuclear. Hoy esa película se ve casi ridícula, comparada con los sistemas que tenemos hoy, pero por aquel entonces era lo máximo de la informática casera, incluso si la mayoría de los equipos que salían en la película eran pura ficción.

Dada la enorme popularidad que el Atari 800XL tuvo en su tiempo, sobre todo en los EE.UU., Chile y Europa del Este, existen hoy en día muchos sitios dedicados a esta computadora y sus hermanas. Vale la pena darse una vueltecita por sitios como Atari.org o 8bitclassics.com, que además vende juegos para el Atari clásico, incluidos nuevos lanzamientos. Además, algunos nostálgicos han programado emuladores como el Atari800 que nos permiten jugar en nuestras computadoras actuales los mismos juegos de antańo, que además se pueden bajar de sitios como Romhustler. Y acá en Chile, existe una gran comunidad de ‘atarófilos’ que se reúnen sobre todo en retrogames.cl, página dedicada a consolas y computadoras antiguas, pero con especial énfasis en los Atari, dada la inmensa popularidad que estas máquinas tuvieron en Chile.

Pueden haber pasado muchos ańos, pero lo cierto es que, a pesar del tiempo y de los cambios generacionales, mucha gente encuentra que los Atari 800XL aún se dejan jugar. Puede ser que no tengan todas las campanillas de computadoras y consolas más modernas, pero en ocasiones, la simpleza muchos de sus juegos hacen del Atari 800XL un buen modo de entretenerse en los ratos libres, tal y como hacíamos en las ahora lejanas tardes de los ańos 80.

En mi caso, seguiré jugando al Spelunker, el Montezuma y el Archon por muchos ańos más. ĄY me consta que no soy el único!